Fluidez o no fluidez, esa es la cuestión

11.9.04

El lenguaje básico de la fotografía digital

ANÁLISIS.- Las cámaras digitales parecen maravillas, pero, como todas las cosas "digitales", tienen un fundamento lógico de ceros y unos.

En realidad, aunque parezca tan fácil hablar de "píxeles" y "megapíxeles", quienes verdaderamente entienden qué quieren decir estos términos y cómo son usados por las cámaras digitales están en mejores condiciones de distinguir los modelos de alta calidad de aquellos de los cuales es mejor olvidarse.


Básico

Cuéntele usted a alguien que tiene una cámara digital y probablemente le preguntará cuántos megapíxeles tiene. Es como si la cantidad de megapíxeles diera una idea exacta de la calidad de la cámara. Pero no es así. Los propios fabricantes de cámaras tienen la culpa de este malentendido, pues les ha dado por distinguir sus modelos exhibiendo el número de megapíxeles que poseen. Pero ¿qué es un megapíxel? La palabra "megapíxel" quiere decir "un millón de píxeles". La palabra "píxel" es la abreviatura de "elemento de imagen" (en inglés, "picture element"), y designa el elemento fundamental de toda fotografía digital.

Básicamente, un fotografía digital, aunque sea en apariencia continua, tal como una hecha con una cámara óptica, está hecha de millones de minúsculos elementos llamados píxeles. Si abre usted una fotografía digital en un editor de imágenes como PhotoShop y amplifica 1.000 veces su tamaño original, verá que está compuesta de minúsculos cuadraditos (píxeles) que normalmente no se ven cuando la imagen es vista a distancia.

En una fotografía digital, cada píxel tiene un valor numérico que determina su matiz. El matiz está hecho de una combinación de tres colores: rojo, azul y verde. Por tanto, si se tropieza usted con el término RBG en su programa de edición, sabrá que se trata de los colores básicos (en inglés: red, blue y green) usados por las cámaras digitales y otros aparatos de fotográficos digitales.


Números

Un píxel, por supuesto, no hace una fotografía como tampoco una gota hace una lluvia. Las cámaras fotográficas digitales de hoy hacen fotos compuestas de millones de píxeles (megapíxeles). Los fabricantes usan el número de megapíxeles que puede captar una cámara como forma de distinguir sus productos de los de otros fabricantes. Esto hace creer que, mientras más megapíxeles respalde una cámara, mejores serán las fotografías que haga. Esto es sólo parcialmente cierto. Mientras en general es verdad que cámaras que acumulan más píxeles en sus fotos proporcionan una imagen con mejor definición, también tiene importancia el sensor de imagen, es decir, el chip más importante de captación de la luz en la cámara. La mayoría de las cámaras digitales que hay actualmente en el mercado contienen minúsculos sensores del tamaño de una uña de un dedo, generalmente de 7 mm x 5 mm, y los píxeles de los sensores son muy pequeños.

Las cámaras digitales de mayor precio suelen estar provistas de sensores de mayor tamaño. Estos sensores, si bien tienen el mismo número de píxeles que el de las cámaras más baratas, tienen espacio para píxeles de mayor tamaño, que pueden registrar más información sobre las sutilezas de la luz que toca el sensor. Mientras más sutil sea la información que se dirija al sistema electrónico de la cámara, más realista será la fotografía que resulte de ello.

En suma, en una cámara hay más que decir sobre la calidad de la fotografía digital que del número de píxeles que tenga. En las cámaras más caras - digamos, de 1.000 dólares o más - en realidad lo que se compra es un instrumento más sofisticado de captación de la luz.


Sutileza y aditivos

Si usted desea comprar una cámara digital que haga fotografías iguales o mejores que las de una cámara óptica, debe en principio evitar aquellas que tengan las características de las cámaras de bajo precio.

Muchas personas, por ejemplo, gustan del visor de vista previa que ofrecen algunas cámaras digitales, que permite ver la imagen en una pequeña pantallita en la parte trasera de la cámara antes de pulsar el obturador. Las cámaras que ofrecen esto usan una tecnología conocida como "interline transfer", que permite leer los datos del sensor en tiempo real, visualizados en esa pantalla en miniatura.

Para obtener esta visión "en vivo", los sensores "interline transfer" deben dedicar parte de cada píxel a actividades ajenas a la captación de luz - en realidad, a almacenar parte de la información de manera que usted pueda verla en la pantalla-visor. Esto se traduce en menos información luminosa disponible para la imagen que se guarde en la tarjeta fotográfica de la cámara. Es este el tipo de cámaras que, además de fotografías, permiten incluso hacer breves tomas de vídeo.

Notará usted que las cámaras digitales más caras, esas que se asemejan a las cámaras ópticas tanto en su apariencia como en su operación, omiten la opción de vista previa, puesto que usan la totalidad del espacio del sensor para captar la información de la luz.

La lección de todo esto es que, si quiere una cámara digital de alta calidad, tendrá usted que dedicar más atención a otros aspectos antes que al número de megapíxeles que respalda. Las cámaras digitales actuales captan de uno a 14 megapíxeles. Pero hay cámaras de apenas 3 megapíxeles, como la Canon D30, que hacen imágenes de una calidad muy superior a las de cámaras de 5 o 6 megapíxeles.